Lo que el último estudio sobre satisfacción salarial no dice sobre la salud mental laboral.
Durante años, las empresas han repetido el mismo mantra: “Las personas son nuestro mayor activo”.
Sin embargo, basta con mirar los datos del último Estudio sobre la Satisfacción Salarial y las Expectativas del Talento en España (EdenRed y Savia, 2025) para entender que algo no encaja.
Según el informe, el 25,7 % de las personas trabajadoras estaría dispuesta a aceptar un salario menor si la empresa le ofreciera bienestar, flexibilidad o medidas de conciliación.
Es decir: las personas están dispuestas a ganar menos, si a cambio se sienten cuidadas.
Pero la pregunta es… ¿de verdad se están cuidando?
El bienestar no se mide solo en euros
El informe sitúa la satisfacción económica y los beneficios laborales como los principales factores de motivación y fidelización. Sin embargo, omite una dimensión clave: la salud mental y emocional en el trabajo.
Porque el bienestar no es tener fruta en la oficina, yoga los jueves o teletrabajo los martes.
El bienestar real —el que evita el burnout, el estrés crónico o la rotación constante— se construye en la cultura de la organización, no en los extras.
Se trata de cómo nos escuchamos, cómo se gestiona el conflicto, cómo se acompaña a quien está desbordado.
Se trata de si tu equipo puede decir “no llego” sin miedo a ser señalado.
Se trata de si las personas que lideran están formadas para cuidar, no solo para exigir.
Lo que el informe no midió
Mientras el estudio pone el foco en la retribución flexible y los beneficios económicos, deja fuera indicadores que, desde Alere Social, consideramos estructurales:
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- Niveles de agotamiento emocional y estrés percibido.
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- Clima psicológico y percepción de apoyo entre compañeros y mandos.
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- Existencia (o ausencia) de espacios de supervisión profesional.
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- Cultura del autocuidado y liderazgo ético.
Sin medir estos factores, los datos están incompletos.
Porque una plantilla satisfecha económicamente puede seguir enferma emocionalmente.
Y esa enfermedad no se ve en la nómina, pero se siente en la motivación, en la creatividad, en la empatía… y, finalmente, en los resultados.
Lo estructural: lo que de verdad sostiene el bienestar
El estudio apunta que las microempresas y entidades del Tercer Sector son las que menos recursos destinan al bienestar.
No por falta de sensibilidad, sino por falta de estructura y formación.
Ahí es donde, desde Alere Social, queremos situar la conversación: El bienestar laboral no es un privilegio de grandes empresas, sino una necesidad estructural para todas las organizaciones que trabajan con y para las personas.
Supervisión profesional, evaluación de riesgos psicosociales, cultura del cuidado, liderazgo humano y políticas organizacionales éticas no son un “extra”:
Son la base de una intervención social sostenible, segura y de calidad.
Del salario emocional al cuidado real
Nos preocupa ver cómo el término salario emocional se usa como moneda de cambio:
“Te pagamos poco, pero te cuidamos mucho.”
El problema es que ese cuidado, muchas veces, no pasa del discurso.
Sin acciones concretas, sin espacios de apoyo, sin tiempo real para cuidar(se), el bienestar se convierte en marketing interno.
Y lo que era un gesto de cuidado, termina siendo una forma más de desgaste.
Cuidar también es estructural
Desde Alere Social creemos que la salud mental laboral debe ser un KPI tan importante como la productividad o la rotación.
Porque lo que no se mide, no se transforma.
Por eso acompañamos a organizaciones y profesionales a construir entornos de trabajo saludables, desde la prevención, la supervisión y la formación en liderazgo consciente.
El bienestar no se compra con beneficios.
Se cultiva con coherencia, con estructuras que cuidan y con espacios donde las personas puedan ser personas.
Conclusión:
El estudio muestra un país que empieza a valorar el bienestar.
Pero también evidencia una deuda pendiente: convertir el cuidado en cultura.
Y ahí es donde queremos estar: ayudando a transformar esa conciencia en acción.
Porque cuidar a quienes cuidan no es solo justo.
Es inteligente. Es sostenible. Es urgente.
En Alere Social acompañamos a profesionales y organizaciones del ámbito social en la creación de entornos de trabajo saludables y sostenibles.
Descubre cómo empezar → [www.alere-social.com]